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En el mismo momento en el que los restos de nieve comienzan a alejarse, y las praderas locales se tiñen de verde, llega el festejo de la Semana Santa en la República Checa, con las añejas tradiciones pascuales que sigan más vivas que nunca, y la posibilidad para los turistas de disfrutar de paseos como una espectacular cata de vinos en las mejores bodegas del país.

En la mayoría de los casos, se puede ver como en las calles locales las chicas pintan los huevos de Pascua y los chicos trenzan las ramas para luego azotar a las chicas. La gastronomía sorprende en tanto con la torta de Pascua, el bizcocho de Pascua con forma de cordero o las tradicionales galletas de jengibre, ya sean caseras o industriales.

Para los amantes de la historia y la cultura, en tanto, no podemos dejar de mencionar el recorrido al museo etnográfico al aire libre en Přerov nad Labem, situado a tan solo cuarenta kilómetros de Praga, incluso en ocasiones con la presentación de música folclórica local que nos lleva a la misma ciudad capital de hace algunas décadas, con puestos que permiten hornear galletas o saborear corderos en medio del trayecto.

Además, la visita del mercado de Pascua es una oportunidad única para respirar el ambiente de la Semana Santa checa. En Praga, los mismos tienen espacio en la Plaza de la Ciudad Vieja, la Plaza de Wenceslao o la Plaza de La Paz, y suelen frecuentarlos entre los días 24 de marzo y el 15 de abril; mientras que en la primera de ellas la agenda cultural es realmente inmensa.

Vía: Host News
Imagen: Ku Viajes

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