En Praga, visita obligada es el Castillo de Praga, de tipo medieval que data del siglo IX y cuenta con un fortín y una iglesia, a partir de las cuales comenzaron a construirse casas palaciegas y otras más simples, además de diferentes palacios y edificios religiosos que servían a los fieles de siempre.

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El Castillo de Praga
se puede ver dentro de un sitio protegido para los ataques, con la Catedral, la Basílica San Jorge, el Palacio Lobkowizk, el Callejón de Oro o Callejón Dorado y casitas simples hechas a mano por los habitantes de la zona hace mucho tiempo.

En Praga han vivido desde la época medieval hasta la época de Habsburgo, personajes importantes para el quehacer del estado, incluso hasta el día de hoy, los palacios de la época barroca tardía, continúan albergando a los presidentes Checos.

El Palacio Real de Praga
, es tanto o más impresionante que el Castillo, ya que fue en este lugar donde se originó la guerra de los treinta años.

El Palacio es, desde el siglo XI, sede los príncipes y reyes del territorio. El salón Vladislav, de estilo gótico, es para celebrar juntas caballerescas, dentro de un espacio amplio y elegante, al cual se accede subiendo por una ostentosa escalera gótica.

Otros lugares interesantes para ver de este palacio, son la Dieta, el Parlamento Medieval y la Capilla de Todos los Santos, que fue reformada hacia un estilo renacentista y barroco después de sufrir un incendio en XVI. Este tipo de restauraciones, son comunes luego de un siniestro de importancia, algo similar ha pasado con otros edificios medievales a lo largo de la historia.

Foto: Flickr

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