Tal como dictan las tradiciones judías, los hombres deben ingresar al cementerio con la cabeza cubierta con cualquier cosa, incluso con gorras de béisbol y sombreros de papel que se prestan entre los que van a entrar a veces. Si vas a visitar el cementerio y no las sinagogas, puedes comprar una entrada más simple en la entrada.

ce3.jpg

En las sinagogas no se permiten fotografías pero si en el cementerio. En la imagen se pueden ver algunas lápidas con inscripciones hechas en hebreo, las que detallan la vida de los más prominentes judíos enterrados en el lugar. Las cuerdas se han dispuesta alrededor de las lápidas para evitar que la gente se abalance sobre ellas.

ce4.jpg

Muchos judíos famosos fueron enterrados en este cementerio, pero Franz Kafka no fue uno de esos, quizás porque el cementerio cerro en el año 1787, casi un siglo antes del nacimiento de Kafka, el cual murió a la edad de 40 años y fue enterrado junto a sus padres en el nuevo cementerio judío que se hizo en el distrito de Zizkov, en Praga.

La tumba más famosa en el Antiguo Cementerio es, sin duda, la del rabino Judá Loew ben Bezalel, cuya lápida se enfrenta a la imagen que se ve en las fotografías. En el fondo de la imagen se puede ver la Sala de Ceremonial, muy cerca de la salida del cementerio. La tumba renacentista de Mordechai Maisel, quien construyó la Sinagoga Maisel, es de unos diez metros al suroeste de la tumba del rabino Loew.

Fotos: scrapbookpages

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.