La ciudad real de Kolin es el fiel reflejo de lo que fue el urbanismo medieval del siglo XIII. Recorrido obligado es la Catedral de San Bartolomé, que muestra una excepcional obra maestra de la arquitectura gótica tardía.

En el sector del centro histórico, se pueden ver las casas burguesas que exhiben el más puro estilo barroco. Las calles y plazas de la ciudad, lucen completamente simétricas en el plano.

Uno de los eventos que ha hecho famosa la ciudad de Kolin, es el tradicional festival de música de instrumentos de viento “Kmochův Kolín”.

Un hotel donde se puede alojar con tranquilidad, por su entorno campestre y cultivos que proveen la cocina del restaurante, es el Hotel Villa Romántica, ubicado a apenas 20 minutos de la plaza principal.

El hotel tiene los servicios básicos necesarios para subsistir tranquilamente unos días en Kolin, es decir, techo, agua y internet, ¿alguien necesita más?, o será que me estoy poniendo en exceso tacaña debido a los efectos de la crisis financiera mundial.

El restaurante del hotel tiene ricos sushis y postres caseros para deleitarlos, todo por una tarifa que es bastante económica, bordeando los USD 70 por persona en habitación single, y con desayuno, además, aquí no cobran tasas por cancelar la reserva, cosa que me parece adecuada y prudente en un momento en que la certeza ha dejado de ser tal para transformarse en incertidumbre total por lo que se venga. Eso de cobrar tasas por cancelar me parecía también una estafa cuando no es temporada alta y la oferta excede a la demanda.

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