1.jpg

Praga es una ciudad repleta de romanticismo, que consigue tocar el corazón de todo aquel que la visita. Esta ciudad es comparable a París y Roma, porque es de esos destinos especiales, ideales para visitar en momentos especiales de la vida, como cuando se van a casar.

Todos los amantes desean tener un paseo romántico, en eso creo que todos estaremos de acuerdo, y en Praga, se encuentra todo ese ambiente de romance, además de una arquitectura, compuesta por mágicos paisajes, numerosos sitios de interés histórico y sinuosas calles adoquinadas, carruajes tirados por caballos, lámparas de calle antiquísimas y un magnifico jardín con muchos lugares románticos que invitan a disfrutar un momento de contemplación.

La belleza de Praga se ha salvado con una suerte enorme de los ataques que sufrió en las dos guerras mundiales, sin contar con la época de ocupación soviética y nazi, de la que salió casi ilesa.

Por la noche es el mejor momento para salir a ver la belleza de las calles de Praga. Para empezar, está el Teatro Nacional, y por cierto, hay que hacer una caminata por el río Moldava hacia el Puente de Carlos. Desde el puente, podrán admirar el Castillo de Praga iluminado junto al Puente de Carlos. ¡La vista nocturna de este lugar es maravillosa!.

A través del Puente de Carlos verán como la noche se trasforma en un mundo, donde hay bastante menos gente que durante el día y desde donde se puede ver iluminada, la famosa Catedral de San Nicolás.

No hay que olvidar la plaza del casco antiguo, el afamado Reloj Astronómico de Praga, el antiguo Ayuntamiento y Tynsky Chram. Para dar el broche de oro a la noche, no olviden entregar una rosa o flor a su acompañante. Si son hombres los que leen, no olviden que una noche romántica amerita siempre un gesto de estos.

Vía Prague, Fotos: flickr

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.