Jihlava fue una de las más ricas y poderosas ciudades del reino checo a causa de la explotación. La historia de esta ciudad comienza apenas en el inicio del siglo XIII. En sus inicios, la ciudad de Jihlava se estableció como una ciudad minera y fue esta rentable actividad la que atrajo gente y por ende la formación de aldeas en los alrededores, en especial por la orilla del río.

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En la aldea hay un Mercado junto a la Iglesia de San Juan, la cual fue a lo largo de los años, reconstruida varias veces, la última vez al más puro estilo barroco.

Haberska se origino cerca de la ruta de la explotación de la plata, atrayendo el crecimiento de la ciudad incluso hacia ambos extremos del rio, además del centro histórico que es más conocido hoy. Jihlava en su pasado fue uno de los más ricos y poderosos asentamientos de la República Checa, y a raíz de este auge y la migración de gente, se hizo muy necesario contar con un gobierno, el cual fue constituido por los mismos hombres de negocios y abogados que existieron por aquella época. El líder de la ciudad fue Reeve. Cada uno de los demás regidores tomaron parte del consejo, rotando el gobierno principal cada 4 años.

El primer ayuntamiento en Jihlava se encuentra en el extremo oeste de la plaza de la ciudad, aunque entre el abogado gobernador y la gente nunca hubo acuerdo en este punto, ya que algunos discutían que era otro el primer lugar donde se asentó el pueblo.

En 1425 el gobierno se traslado a un edificio que era el más grande del lado este de la ciudad, donde también vivían los más ricos y acaudalados ciudadanos. Esta era la zona más importante del pueblo y es algo que me suena bastante lógico y esperable, ya que nunca he visto a un gobierno que se vaya a vivir a la parte más pobre y popular de un pueblo.

Foto: flickr

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