Praga tiene una larga relación con la música, por lo que no es raro que albergue un Museo de la Música. El Museo Checo de la Música, tiene varias aristas que es bueno conocer antes de pasar a visitarlo. Además, una visita a este museo va de la mano con unas vacaciones baratas en Praga.

En primer lugar, lo más interesante de conocer de este museo, es el edificio donde está ubicado. Este edificio es fabuloso, porque es una iglesia barroca que data del siglo XVII, y a pesar de todas las remodelaciones a las que ha sido sometido, conserva ese encanto que mezcla su diseño original con lo nuevo que se ha hecho en el interior.

Dentro del museo, hay más de 700.000 artefactos musicales para conocer, los que son explicados en cada paso que se da, y uno ya puede irse haciendo una idea de cómo fue evolucionando la música en este país.

El Museo alberga también, una gran colección de grabaciones con música de destacados compositores checos, que hoy hacen historia. Las colecciones de los compositores, van cautivando al visitante, porque puede darse cuenta que el músico que colecciono aquellos instrumentos, debió haberse obsesionado en algún momento con su arte, y aunque quizás lo hayan catalogado de loco, siguió adelante con su colección, y hoy se ve que nada fue locura, sino una auténtica forma de vivir.

Yo creo que los coleccionistas, y los artistas, se encantan tanto de su pasión, que ya después, nunca podrían ser felices sin tener al menos algo, que les recuerde su menester y razón de vivir. Aunque algunos catalogan la obsesión como una enfermedad, para los que la tienen, parece ser la solución más sabia que les ha dado la vida.

Foto/ Radio