Aunque Praga tiene un sello como atractivo turistico indiscutible, tambien hay que mirar el lado amargo que dejan algunos de sus visitantes.
En Praga, es algo común que cada año, por esta época vayan cantidades considerables de estudiantes a divertirse y vacacionar. El escenario se pone tórrido cuando aparece la policía, y detiene a la gran mayoría de los estudiantes menores de edad que inundan los bares y antros nocturnos del caso antiguo de la ciudad.
Los jueves por la noche, por ejemplo, el centro de Praga se llena de estudiantes daneses que van a consumir cerveza cerca de la Plaza Wenceslao. Casi todos son tranquilos, pero no faltan aquellos que tratan de impresionar a sus amigas, bailando sobre las mesas, peleando borrachos y causando destrozos de hoteles y alojamientos.
Los escándalos son frecuentes con tantos estudiantes rondando por la ciudad en sus vacaciones, pero por otro lado, los hoteles y las empresas relacionadas no agravan la situación, porque saben que estos problemas se trata de minorías que llaman la atención, y por otro lado es gracias a estos visitantes que subsisten en épocas de invierno, que no llega casi ningún turista del extranjero. Además, con toda la mala fama que le han creado a la agencia de viajes que coordina los tours estudiantiles, acusándosele de negligente en el cuidado y supervisión de los estudiantes, los empresarios hoteleros temen que los padres no permitan viajar a sus hijos.
El problema más grave es cuando se inician problemas violentos entre grupos rivales de estudiantes daneses, que son los que han cogido fama de problemáticos.
Este mes de febrero llegaron unos 10.000 estudiantes de Dinamarca a Praga, unas cuatro veces más que el año pasado, atraídos por los precios baratos, la cerveza, y las alternativas de entretención que les ofrece la ciudad.
Lo único que ha podido hacer el gobierno con estos líos, es reforzar las rondas de seguridad, los patrullajes y los controles de identidad para verificar que los estudiantes que están bebiendo en bares, sean mayores de edad.
Todo esto no debería sorprendernos, después de todo, en todos los países del mundo pasa igual cada vez que viajan estudiantes en masa.
Vía/ Praguepost, Foto/ Flickr (Rachel_C)