En Praga, lo que más hay son calles adoquinadas, torres y castillos, puentes y un bien conservado barrio judío en medio de la ciudad, que hace de esta ciudad checa, una verdadera joya en medio de Europa. Ver las torres cubiertas de nieve es algo que a cualquiera le quita el aliento.
El Castillo de Praga, es casi una pequeña ciudad en si mismo, enorme y antiguo, que data del siglo IX. Hoy en día, es la sede del nuevo gobierno checo.
En el casco antiguo, destacan el Stare Mesto (Ciudad Vieja), donde descubrirán la maravillosa Plaza Vieja, El Reloj y el barrio judío con sus sinagogas y museos. El Puente de Carlos, está alineado con las dramáticas estatuas barrocas de Mala Strana (traducido como el Barrio Pequeño). A pie se puede llegar desde el Castillo de Praga hasta la misma Plaza de Wenceslao.
En invierno, hay un montón de comidas que pueden probar en Praga. Bolas de masa, nudillos de cerdo y papas hay en abundancia. La Praga moderna tiene una serie de restaurantes donde se puede comer una excelente comida francesa, de lujo. Incluso hay comida India y vegetariana.
¿Quién no ha oído hablar del Reloj Astronómico de Praga?, este reloj data de 1410. Gira su magia medieval a cada hora, cuando los anillos de la muerte de una campana invierten el reloj de arena, y los 12 apóstoles salen a desfilar por la ventana de la parte superior, señalando a la multitud.
Para la mayoría de los viajeros, Praga tiene que ver con la cerveza crujiente, fácil de encontrar en económicos locales. Para una muestra de las tradicionales cervezas checas, busquen un bar en una bodega subterránea como Ujezd o en la base del Castillo de Praga, un lugar perfecto para calentar el frío.
El barrio judío es el mejor conservado del gueto judío en Europa. Los nazis lo guardan como parte de un museo planificado de razas extintas. Seis sinagogas, el ayuntamiento judío y el Viejo Cementerio Judío son los principales museos.
Cuando ir: El invierno tiene menos multitudes.
Cómo llegar: Hay vuelos directos a Praga con Wizz Air, Easy Jet y Britsh Airways.
Visas: Los sudafricanos necesitan un visado Schengen.
Idioma: Checo.
Salir: Una cerveza cuesta unas 35 coronas checas.
Alojamiento: Una habitación cuesta entre 200 y 340 coronas checas.
Vía: Tntmagazine