Hacía tiempo había leído algo de los hoteles de Praga, y entre ellos, estaba el Hotel Karlin. Lo cierto es que ya ni recuerdo en detalle lo que decían las críticas, pero sí recuerdo haber visto que se trataba de un hotel bastante central, y apropiado para los que buscan un alojamiento de ambiente familiar.
El Hotel Karlin se encuentra a unos 10 minutos a pie del centro histórico de Praga, en una zona muy tranquila de la calle Sokolovská 71. Este hotel tiene un restaurante elegante, un lobby bar y una terraza de verano.
El hotel no es de una gran capacidad, ya que tiene 22 habitaciones, que se reparten entre dobles y triples, lo que más que ser una desventaja, yo diría, es una ventaja, porque es justamente esa característica la que le da un ambiente familiar y cálido, que no podría tener si fuese un hotel demasiado grande.
En los grandes hoteles, aunque el servicio en los restaurantes y las habitaciones es bastante personalizado a veces, uno tiende a sentirse más bien sólo, cosa que no sucede en los hoteles pequeños, donde a veces, hasta el dueño se acerca a los huéspedes para conversar.
En esos castillos antiguos que se han ido transformando en hoteles, y están repartidos por Europa, se puede dar esa posibilidad de conocer a los dueños, que en su mayoría son personajes que poseen títulos nobles y apellidos pomposos, además de un bagaje cultural contundente, que los hace ser muy interesantes cuando se trata de pasar una tarde de charlas.
Vía/ Hotelkarlin