Un gran problema, y mal endémico de las guías de turismo que hoy existen en el mercado, es que mienten descaradamente a todos los viajeros que pagan vuelos a Praga. ¿Díganme que no es una estafa que sólo nos muestren la cara más bonita de un destino cuando tal vez, en un momento determinado, tal vez ese lugar se está cayendo a pedazos?. Yo exigiría la devolución de mi dinero o bien, tiraría la guía a la basura y tal vez haría un par de cosas más.
Para ser más constructivos, mejor hablemos de esas cosas que nadie dice sobre Praga. No hay nada mejor que recoger los testimonios frescos de viajeros que opinan y critican no solo lo bueno y hermoso, sino también lo malo y cuestionable de un lugar.
¿Un mito interesante que todavía persiste sobre Praga?, su cerveza. Es cierto, la cerveza de Praga es buena, pero no es un elixir gourmet. No se puedo hablar mucho sobre el proceso de fermentación, la esencia y el aroma, la verdad es que eso nadie lo sabría explicar, y es por este motivo, que en los bares la cerveza artesanal es mucho más barata que el agua. Al menos hay algo potable para beber, lo que satisface nuestro derecho de nacimiento a estar hidratados, ¿o no?.
Acerca de los edificios, se puede decir que la mayoría de los edificios del centro de Praga, si, esos mismos que tantas veces hemos endiosado mostrándolos como una obra de arte fabulosa, son en realidad, vistos por los praguenses como un monstruo cayéndose a pedazos. No es exagerado decir que los praguenses están más interesados en circular a través de un edificio fundado después de los años 50, por este motivo que les digo, y que no es un tema menor, considerando que la integridad de uno se pone en riesgo cada vez que se entra en estos monumentos, que a veces, se caen a pedazos. La arquitectura de Praga es a la vista, hermosa, pero dejémoslo así, como un placer visual nada mas…que entrar en estas edificaciones, es ser protagonista de una película de terror.
En Praga, aunque parezca algo contradictorio, hay gitanos, y muchos, pero viven en la periferia. ¿Cómo reconocerlos?, por su manera de vestir, muy sencilla, con sandalias y calcetines sucios, y porque normalmente tocan la armónica pidiendo algo a cambio. Son un pueblo de la periferia.
Algo que si es realmente fantástico en Praga, es el pan. Si alguna vez van a Praga, averigüen donde está la panadería de su barrio, y estén atentos a su apertura. Lo mejor es comprar una hogaza de pan caliente, y disfrutarlo con mantequilla. La textura del pan es suave y flexible. No hay nada comparable a este pan.
Algo que será terrible para los viajeros, será caminar sobre los adoquines de las calles, después de una lluvia, por lo que este paseíto, mejor lo olvidan. Finalmente, y sólo para terminar de desencantar a aquellos que creen que en Praga encontrarían una vida mejor, no se crean. Los praguenses también se quejan del alto costo de la vida, de la corrupción y ineficiencia del sistema y tantas cosas más, casi los mismos males que atraviesan hasta los países más pobres del mundo, con otro tono, matiz o como se llame. Al parecer, el país de las maravillas, no existe.
Vía/ Matadornetwork
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