Los hitos más importantes de Praga, que son sus monumentos, tienen una larga historia y leyenda. Por decir una, tenemos el Puente de Carlos, un famoso y sorprendente puente, que ha sobrevivido a lo largo del tiempo, a inundaciones y guerras.
La primera piedra de este puente fue colocada en el año 1357, de un día 9 de julio, a las 5:31 de la mañana. Esto conforma un momento exacto de una secuencia ascendente y descendente de dígitos impares, dígitos que el emperador Carlos IV creía era mágica y tenía el poder de proteger el puente.
Otra leyenda, que creo les va a parecer muy curiosa y de interés, explica el origen de los checos, como checos, porque podrían haberse llamado de cualquier otra forma menos checos, y bueno, la leyenda dice que había una vez tres hermanos de apellido Checa, Lech y Rus. Un día ellos decidieron buscar a sus tribus y y un nuevo lugar para vivir, entonces, se embarcan en un largo viaje por toda Europa. Luego de algunos días, el hermano Rus dijo “este es el nuevo hogar para mí y para mi tribu”, y fue así como se quedaron y fundaron Rusia.
Los otros dos hermanos caminaron por muchos días, cuando se suben a un cerro que hoy se llama Rip, desde cuya cima tenían una maravillosa vista que el patriarca checo ha llamado “la tierra de la leche y la miel”, por lo que decidieron instalarse allí con su tribu.
Para honrar a este gran hombre, la gente de su tribu comenzó a llamar el lugar República Checa. Mientras tanto, el hermano Lech, continúo su viaje con su pueblo y se estableció en la actual Polonia.
La montaña Rip está a unos 50 kilómetros al norte de Praga, y se puede ver desde la Torre de Petrin en Petrin Hill. La Torre de Petrin es una especie de Torre de Eiffel en miniatura de Praga, que abre desde las 10 de la mañana para cerrar el horario de visitas a las 8 de la noche, costando unas 30 coronas checas entrar. Desde allí se puede ver todos los alrededores, incluyendo la ciudad.