En la Ciudad Nueva de Praga, hay un hermoso jardín, llamado Jardín Franciscano, situado entre la Plaza Jungmannovo, la Plaza Wenceslao y varias otras calles que llegan al corazón de la Ciudad Nueva.

El jardín queda en medio de un entorno tranquilo y silencioso, que consigue sacar a quien por ahí pase, del fuerte bullicio y ese incesante movimiento que tiene la ciudad. Este jardín, ofrece además, una interesante ruta alterna, entre la Plaza Jungmann y la Plaza Wenceslao. A través de cualquiera de estos dos parques, ustedes pueden ingresar al jardín.

Este jardín existe desde, a lo menos, el siglo XIV, cuando la Ciudad Nueva se estaba construyendo. Fue completamente restaurado por la década de los 90 y ahora sirve como un jardín público, con bancos, árboles, y un montón de rosales. Dependiendo de la época del año, es el horario de apertura de este parque, que si o si, abre todos los días.

Dentro del jardín, que no es enorme, sino más bien, un espacio pequeño, con áreas de juegos infantiles y sitios idóneos para la relajación, se pueden comer tranquilamente un helado, mientras observan lo que sucede alrededor. La gran mayoría de los que entran al lugar, lo hacen para abstraerse de todo, y conocer este sitio casi mágico, que se ofrece como un oasis en medio de la ciudad.

Los jardines como estos, cuando son bien cuidados, siempre son espacios agradables, donde dan ganas de estar aunque sea un rato, para tomar algo de sol, si es que hay algunos rayos asomándose entre las nubes.

Vía/ myczechrepublic