En Praga, todavía hay muchos hoteles pequeños y de atención personalizada, como el Hotel Veronsky Dum, tambien conocido como Lustermannský, que se encuentra ubicado en el corazón histórico y cultural de Praga, en medio de una pintoresca calle que queda a pocos pasos del Puente de Carlos.

Este hotel esta dentro de una casa, una casa que fue construida originalmente entre los años 1707 y 1726, siguiendo los lineamientos del estilo barroco que por ese entonces imperaba. A comienzos del siglo IXX fue construida la mansarda y en la primera mitad del siglo XX se hicieron varios cambios arquitectónicos.

Entre los cambios de arquitectura que experimento la construcción, esta la decoración interior y la portada. Este edificio tiene un pequeño atrio y en el frontis de la casa se puede ver una pintura de la Madona acunando a su niño.

En el año 2005 este hotel se renovó por completo, y hoy ofrece a todos los visitantes de Praga, 13 habitaciones dobles y 1 apartamento. Todas las habitaciones están equipadas con ducha, televisión satelital, teléfono, minibar y una caja de seguridad. Desde las habitaciones situadas en la última planta, hay una inolvidable y romántica vista que da a los techos de la Ciudad Pequeña.

Por tratarse de un hotel tan pequeño, todos los huéspedes tienen aquí un tratamiento personalizado. Hay una cafetería, una bodega y una sala donde se sirven los desayunos cada día. En el hotel vecino que está a unos 50 metros del Hotel Veronsky Dum, hay un buen restaurante.

Para conocer la ciudad, no hay que recorrer grandes distancias, porque la mayoría de los sitios de interesa son fácilmente accesibles a pie o en tranvía, que quedan muy cerca del hotel.

Vía: acomodationinczech