Aunque suena coincidente con el afamado poeta Pablo Neruda de Chile, no se trata de Pablo, sino de Jan Neruda, un escritor y poeta checo, que creció en el barrio de Mala Strana y del que se dice, vivió en el edificio que hoy alberga a este hotel.
El edificio de este hotel, en el pasado, fue un convento que data del siglo XIV, cercano al Castillo de Praga. Las calles del barrio Mala Strana, no es el más famoso, ni el más popular, ni el más burgués, pero si es el más pintoresco, variopinto y cambiante, con calles serpenteantes y un vecindario aburguesado que dan el contexto perfecto a esas largas poesías de Neruda, que retratan a personajes sombríos y callados, y esos eran los que vivían ahí. Neruda fue un hombre que documento todo hasta con el mas mínimo detalle.
Las 42 habitaciones de este hotel, están decoradas con un estilo ecléctico y moderno. Todo se ve elegante y cómodo, hay mucha luz, aire y todas las comodidades modernas que se requieren. En el interior del hotel, solo se respira calma y tranquilidad, en contraste con el bullicio de las calles, que a ratos resulta ser hasta molesto…
Desde el Hotel Neruda, pueden acceder rápidamente al Castillo y al Puente de Carlos. Este es un hotel ideal para los turistas, que quieren estar bien ubicados, en un sitio estratégico y neurálgico, que a la vez sea funcional. Aquí no encontraran lujos ni grandes pompas, sino que encontraran silencio y mesura, ya que todavía queda ese vestigio de refugio que hizo de este edificio, un convento de monjas en el pasado.
Vía: tablethoteles