Por todo lo que sabemos de la cocina típica de Praga, no es fácil ser vegano en Praga, porque los checos son fanáticos por las carnes, aunque como era de esperarse, siempre existen las excepciones, y una de ellas es el Restaurante Metropolitan, situado en el barrio de Mala Strana.
Aunque en este restaurante carecen de una amplia variedad de vinos, porque sólo se pueden ver alternativas de vino blanco y rojo, la comida y el servicio son fuertes y satisfactorios. Los platos vegetarianos en el Metropolitan son el fuerte, y en ellos se utiliza la verdura de la temporada, dispuestas con cierta elegancia, lo que quizás explique lo inexplicable que pueden parecer algunos precios en su carta, aunque para tranquilidad del viajero dispuesto a ir a conocer el sitio, la mayoría de los precios son aceptables.
Las sopas de verdura pueden ayudar a templar el cuerpo cuando se está entrando en una nueva estación y los tubérculos fritos son una tentación exquisita a la que debiéramos caer vez que podamos, considerando que los tubérculos cuando están fritos, se convierten en un bocado crujiente y rico.
Los carpaccios diría que casi siempre les dejarán un gusto a poco, y no sólo en este restaurant, sino en cualquiera, simple y sencillamente porque son apenas una muestra de rodajas de algo que ni siquiera se alcanza a saborear cuando ya se ha acabado.
El risotto siempre es rico y agradable, y es posible que se encuentren con platos decorados de una manera maravillosa. El arroz admite tantas formas de ser preparado, tanto salado como dulce, que no sería aceptable dejar escapar la oportunidad de comer un risotto cada vez que se visite Praga, si es que lo de ustedes va por el lado opuesto a las carnes.
Vía/ Praguepost