En República Checa, hay tradiciones de varios siglos atrás que todavía se mantienen, aunque algunas de ellas han sido olvidadas y reemplazas por otras. Veremos algunas de las tradiciones que todavía son populares entre los checos para el día de su matrimonio.
Una tradición que todavía queda, es que la novia, en el día de su boda, lleve su vestido de novia, algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Lo azul puede ser la liga. La prenda prestada es por lo general, de una amiga felizmente casada, para que la pareja recién casada también sea feliz. Lo viejo puede ser una vieja joya o reliquia de la familia de la novia, mientras que lo nuevo, representaría la nueva etapa que está por comenzar.
La mayoría de las tradiciones tienen lugar después de la ceremonia, como cuando los novios salen de la ceremonia y son bañados en arroz, lentejas o guisantes, para asegurar fertilidad.
Después, la novia tiene que tirar su ramo a la multitud, compuesta solamente por chicas solteras. La que coja las flores, se casara durante el próximo año.
Antes que el matrimonio entre al restaurante para servirse el banquete, el dueño del restaurante, rompe una placa de vidrio que atraerá la felicidad. La novia y el novio tienen que limpiar e ir ubicando a los invitados en el lugar. Esto señala que los novios desde ese momento comenzaran a trabajar juntos.
El novio y la novia tienen que comer sopa juntos, usando una sola cuchara, la que representa que los novios deberán superar las dificultades juntos.
La liga puede ser lanzada por el novio a los hombres solteros, surtiendo el mismo efecto del ramo, o bien, puede ser subastada, ayudando a la nueva vida de los novios.
Cuando la fiesta está en su apogeo, la novia se deja secuestrar por los amigos del novio, y el novio la debe buscar. Si no la encuentra, debe pagar a los amigos por el rescate. Esto simboliza que el novio debe estar siempre alerta.