Pilsen o Plzen es la cuarta ciudad más poblada de la República Checa. Se ubica a casi 100 kilómetros de Praga, en un lugar donde confluyen los ríos Radbuza, Mze, Uhlava y Uslava, formando el río Berounka.

Pilsen se hizo importante como ciudad recién por el siglo XIV, constituyéndose en la tercera ciudad más grande de Bohemia después de Praga y Kutna Hora. Cuando culminó la Segunda Guerra Mundial , quedó liberada gracias al ejército gran parte de Bohemia Occidental, aunque el resto de Checoslovaquia fue liberada del control alemán por el ejército rojo soviético.

Desde el año 1990 que la ciudad de Pilsen organiza el Festival Anual de Liberación celebrado en el mes de mayo, lo que ya es una tradición local, donde participan muchos veteranos estadounidenses y aliados.

Entre los monumentos más atractivos y destacados de Pilsen, están la Catedral de San Bartolomé, de estilo gótico y que data del siglo XIII, albergando la torre más alta de toda República Checa. También es atractivo el Ayuntamiento renacentista y la Gran Sinagoga, la segunda Sinagoga más grande de Europa, después de la Sinagoga de la Calle Dohány en Budapest.

Para los más arriesgados que les gusta la aventura, el túnel subterráneo es el lugar indicado para ir a recorrer. Este túnel mide alrededor de 20 kilómetros y es uno de los más largos de Europa Central. Sólo una parte del túnel está abierto al público ya que es peligroso entrar en las más inhóspitas profundidades considerando que estas son construcciones muy antiguas y siempre está el riesgo de derrumbe y en el peor de los casos de perderse en medio de la oscuridad, por lo que hay que entrar bien preparados con el equipamiento de seguridad que les garantice sobrevivir en caso de cualquier imprevisto. Lo más importante es llevar buenos zapatos, de esos para escalar o botines con agarre, casco de seguridad y linterna más una botella de agua. Por supuesto, siempre antes de hacer este tipo de excursiones, hay que avisar a la policía y la familia o los amigos.

Foto: flickr