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También conocido en la República Checa bajo denominaciones como por ejemplo “kolace”, “kolach”, o hasta “kolacky”, nos hallamos ante uno de los platos más característicos de este país, una especie de pastel que destaca por contener una gran variedad de rellenos de compota de frutas, que lo hace ideal para cualquier época del año.

Pero además, considerando que muchas personas pueden no ser demasiado apegadas al consumo de frutas por sí solas, no se puede dejar de mencionar que también cuenta con una serie de productos y alimentos básicos salados, como por ejemplo distintos tipos de queso, con los que obtiene una presentación muy similar a una especie de panecillo.

Aunque se trata de una comida que en sus orígenes se encuentra asociada directamente al territorio que hoy ocupa Checa, tampoco se puede obviar que podemos encontrar actualmente estos bocadillos en buena parte de las panaderías y pastelerías de Europa Central, y que con el tiempo y debido a la emigración de ciudadanos locales hacia los Estados Unidos, también son conocidos en esta parte del mundo.

Como curiosidad acerca de esta comida, debemos decir además que la misma fue, en el año 2006, elegida para representar la pastelería típica de la República Checa en la iniciativa de Café Europa durante la presidencia austriaca de la Unión Europea, logrando importantes reconocimientos por la penetración cultural del platillo hacia el resto del continente.

Vía: Cooks
Imagen: Serious Eats

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