9.jpg
Entre todos los atractivos culturales que podemos observar en la República Checa, sin dudas los de tipo histórico y religioso son de los más importantes, y dentro de este apartado una de las visitas obligadas es el denominado barrio judío de Trebic, que incluso ha sido catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Además, su recorrido también permite ver la famosa basílica de San Procopio, que se encuentra muy cercana.

En cuanto al barrio como se le puede ver en la actualidad, abarca una superficie de poco más de cuatro hectáreas, manteniéndose aislado al sur por el paso del río Jihlava, y al norte por una serie de colinas formadas con el tiempo. Cruzándolas, justamente, es que se halla el cementerio local, que a pesar de estar oficialmente fuera del barrio, también ha sido considerado por la UNESCO como parte de éste.

La mayoría de los edificios de este sitio se asemejan entre sí por su marcado estilo popular, con un pórtico dominado por dos planos, con una cubierta de madera, mientras que algunas pequeñas construcciones también dejan ver influencias propias de corrientes como el barroco o el renacentista. Una de las curiosidades al respecto, es que hasta el año 1875, los vínculos políticos obligaban a los hebreos a no adquirir propiedad en la parte exterior del barrio.

Entre las construcciones, la sinagoga más antigua de las que se encuentran se remonta al año 1590, mientras que la más antigua aún en funciones es un edificio barroco que se levantó entre los años 1639 y 1942, actualmente usado como iglesia de los husitas. En cuanto al cementerio, contiene cerca de 4.000 tumbas, y sigue siendo utilizado por los residentes locales para sus difuntos.

Vía: Guías Viajar
Imagen: Patrimonios de la Humanidad

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.