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En el siglo XVI se instala el famoso órgano de la Catedral de San Vito. El Emperador Fernando I funda en esta época la orquesta de la corte, que sus sucesores ampliarían posteriormente. De esta orquesta, formada por músicos de diversas nacionalidades, surgen varias canciones populares checas.

En el siglo XVII la orquesta de la corte fue llevada a Viena aunque aun actuaban en Praga en ocasiones especiales. La ópera se estrenó en Bohemia en el año 1627 durante la coronación de Fernando II.. Durante este siglo se empezaron a representar óperas en el país, pero ninguna compañía se estableció de modo permanente.

Con la coronación en 1723 de Carlos VI se estrena en Praga Constanza e fortezza por Joseph Fux que impresiona al conde Spork que decide que se represente ópera de forma permanente en su teatro, bajo las órdenes de Antonio Denzio. En el siglo XVIII en paralelo se produce un auge de la música popular checa, que llega a influenciar a la música europea.

En esta época Mozart vivió durante algún tiempo en Praga y compuso Don Giovanni, La casa que ocupó al sur de Malá Strana, en el barrio Smíchov, hoy es un museo llamado Casa de Mozart. La ópera se estreno en el Teatro Estatal de Praga.

El el siglo XIX, con el auge de Praga coincide la mejor época musical de la ciudad. En esta época viven en Praga los compositores checos más célebres, Antonín Dvořák y Bedřich Smetana. Dvořák y Smetana son los autores de las más célebres composiciones musicales checas como la ópera La novia vendida.

Herederos de Dvořák y Smetana son otros compositores que desarrollaron su carrera ya en el siglo XX como Josef Suk, que llegó a participar en la Olimpiadas de Los Ángeles en 1932 o Leoš Janáček . Tras la Primera Guerra Mundial surgió el movimiento anti-romántico, del que cabe destacar al prolífico compositor Bohuslav Martinů, que desarrolló la mayor parte de su carrera fuera del país.

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